Boom Boom [Ryder Knight]

Este lugar es enorme... cada paso que doy, me convence aún más que he caído dentro de un cuento de hadas de lo más extraño. Ahora he llegado a un lugar que parece un templo al aire como los de Grecia, con algo que parece un altar. Quizá sea un santuario o algo por el estilo. Lo único que me tranquiliza y me alegra, es que no he vuelto a toparme con el lugar por el que llegué, obligado por ese hombre diabólico y caníbal. Ahora camino por el santuario y me siento sobre una de las piedras talladas. Sólo dejo que la brisa acaricie mi rostro y me despeine un poco. Lo cierto es que no quiero volver a Londres, al menos aquí pude huir... de algún modo que no entiendo, pero logré escapar y no hay nadie que quiera hacerme daño. Puedo aprender a vivir en este mundo mágico...

Este lugar es hermoso en verdad... Me recuerda un pasado que nunca tendré en realidad porque en el mío hay cerezos, samurai, katanas... Aún así, puede formar parte de mi presente. Sonrío, le sonrío a la lejanía, o tal vez al sol o quizá incluso a los espíritus que seguro habitan aquí. ¿Cuánto tiene que no pienso en espíritus? Pareciera que fue hace tanto tiempo que creí en los dioses y espíritus. Ahora no creo en nada, pero tal vez este lugar pueda recordarme lo que era ser inocente y creer fervientemente que podría toparme con un hada, un espíritu del bosque o un oni.

Una voz molesta interrumpe mis pensamientos y me asusta. Por un momento pienso de forma tan irracional que creo que puede ser el caníbal que me secuestró. Bajo la vista y me abrazo, sin importarme que se note que tengo mucho miedo.

- Lo-lo-lo siento.

Un hombre aparece de la nada y de inmediato me ataca el miedo. Porque cosas así jamás han demostrado ser buenas y porque tengo aún muy fresco en la memoria el recuerdo de ese caníbal que me secuestró. Y porque aún, no sé si agradecérselo. El hombre es muy parecido a aquellos con los que he estado por órdenes de alguien que se supone que debería protegerme, así que siento que puedo ser un poco más valiente y lograr no meterme en problemas. Me disculpo y él de inmediato pone su mano sobre mi hombro y me obliga a mirarlo... como han hecho muchos antes de él. Primero pierdo la mirada en la lejanía, pero luego siento la obligación de mirarlo a los ojos.

- Estoy perdido, señor... Sólo estaba sentado y admirando la belleza de este lugar.

El extraño hombre me obliga a mirarlo y lo hago. Me siento de nuevo como mercancía, aunque tiene un tiempo que no me pasa tan seguido porque es como si ya no me quisieran a mí o como si alguien me defendiera y ocupara mi lugar. Aunque... el doctor sigue creyendo que soy yo. Admito que estoy perdido y que sólo veía el lugar, pero él me hace una pregunta que en realidad es capciosa.

- Muy buena pregunta... En realidad no quiero ir a ningún lugar. Es simplemente que no sé dónde estoy.

Me suelta y lo agradezco. Juego con mis manos y bajo la vista porque siento que me está sopesando y en realidad quiere lo que todos los hombres de su edad quieren de mí. Me distrae lo que dice y volteo a mirarlo, sorprendido.

- ¿Corte roja? Ahm... pues yo soy Taiga de la corte del Sol Naciente.

Sonrío, divertido pero a la vez orgulloso porque de algún modo, es cierto. Miro su mano y la tomo, pero además inclino la cabeza en señal de respeto.

- Y entonces... ¿qué es este lugar, señor Ryder?

Admito que no quiero ir a ningún lado, pero también que la verdad es que no sé dónde estoy. Me gustaría saberlo, este lugar me intriga demasiado, tanto como el señor. Pero hace preguntas difíciles. Como respuesta, sólo niego. No tengo en realidad un lugar que pueda llamar casa, pero no voy a discutir mi vida y mis problemas con un extraño que es justo como los clientes del doctor Bumby.

Se sienta a mi lado y le echo una mirada tímida. En realidad ya me puse triste. Todo esto es tan complicado para mí porque no quiero hablar sobre estas cosas y porque me recuerdan que yo sólo soy un objeto. Se presenta y le digo mi nombre, que es mucho más fácil que el apellido y como me dice que es de la Corte Roja, le digo que yo soy de la Corte del Sol Naciente. Estrecho su mano... y recibo el nombre del lugar. Eso me borra la sonrisa de la cara.

- ¿Wonderland? Yo... de donde vengo hay un bar que se llama así...

Volteo a mirar a mi alrededor, pero siento la presión. Lo cierto es que no todo me gusta, el caníbal no va a gustarme nunca.

- Es... interesante.

No sé qué contestar porque enterarme que este lugar se llama como el bar donde me secuestraron no era algo que me hiciera saltar de emoción exactamente, así que doy una respuesta que no me comprometa. Ryder obviamente que entiende y me da más pena aún.

- Y... yo...

Me muerdo el labio, entrelazo las manos y lo miro nervioso... Creo que el que sepa que escapé me pone en riesgo de regresar con el caníbal y dudo que tenga tanta suerte como para lograr escapar una segunda vez.

Ryder me invita a caminar y me levanto. Apenas si he dado un par de pasos, cuando él se planta frente a mí, acaricia mi cabello y me besa. La vista se me nubla y es como si entrara a un sueño...

Abro los ojos... alguien me está besando delicioso y lo jalo del cabello antes de corresponderle. Introduzco mi lengua en su boca y succiono y mordisqueo la suya y sus labios. Pego mi cuerpo al suyo y me restriego contra él.

Me muerdo el labio, visiblemente perdido porque Ryder empieza a presionarme y la verdad es que no sé ni qué hacer ni qué decir. Estar aquí no parece ser algo bueno y volver con el caníbal es algo mucho peor. Este mundo es extraño y no entiendo qué tiene en contra de los chicos como yo. Juego un poco con mi ropa y doy algunos pasos hacia atrás.

- ¡Qu-que no quiero volver con él, es malo!

Ryder me invita a pasear, pero de la nada, se acerca a mí y me besa... No respondo y simplemente me sumo en un sueño...

Abro los ojos a un mundo increíble donde hay alguien besándome muy rico. No tardo en pegarme a él y tomarlo del cabello para devorar esa boca tan suculenta. No noto mucho de él, porque en realidad, no me importa. Noto que es corpulento y de espalda ancha, muy varonil, pero lo que me importa es lo que noto en cuanto a proporciones anatómicas de una región importante.

Se separa y jadeo pero luego me relamo lascivo. Lo cierto es que ya que lo veo es muy guapo, aunque la apariencia no es algo que sea tan importante para mí.

- Calla y continuemos... Porque hago mejor otras cosas...

Va tras mi cuello y jadeo y gimo con fuerza, visiblemente excitado. Estas cosas cómo me prenden... Me besa de nuevo y me manosea... bien, porque yo acaricio su pecho, pellizco sus pezones aún encima de la camisa y me detengo en su entrepierna. Aprieto y exploro... y comienzo a desabrochar su cinturón.