Soy raro ~•Libre•~

por **Cheshire** Jue Ene 24, 2013 10:38 pm

El valle de los hongos, comes uno y ¡PUM! eres gigante, comes otro, y eres más diminuto que una hormiga. ¿QuIeReS vOlAr? ¿Cambiar tu color? todo es posible, claro que si, si si, así es aquí, en el valle de los hongos. Claro que para mí no era una cosa diferente a lo de siempre. Entonando mi canción fui andando de hongo en hongo, apareciendo por partes mi cuerpo, afinando cada vez más, haciendo visible mi boca, mis ojos, a veces mi cuerpo, pero lo que si, iba volando por todas partes.

Me paré en el hongo mas alto de todos y con un dedo apuntando bien alto al cielo, comencé a dirigir la orquesta.

Los colores fueron a la par de mi seña, mi voz sonaba por doquier con un hermoso eco que hacía los coros de mis palabras. La música salió de mi imaginación, todo se movía alrededor.

Tal vez pensó que no me dí cuenta que apareció, pero la verdad, es que su presencia no me molestaba, no iba a modificar mi canción por su interrupción, que al ser verdad, no lo tomaba como tal, era un simple espectador.

La musica se detuvo, todo había terminado, sin mirarlo dije en voz alta. -¿No te enseñaron a tocar la puerta cuando entras a un lugar que no te pertenece? Sonreí -¿No crees que ella podría sentirse mal? La has burlado. niego con la cabeza mientras miro al suelo con los ojos cerrados. Tomo aire y continúo silbando la misma melodía.

por **Taiga Hakuouki** Sáb Feb 02, 2013 2:55 am

Anoche, ¿fue anoche? Pareciera por momentos que sólo tiene un par de minutos que escapé de ese caníbal y por otros que tiene semanas. Aunque... ¿cómo fue exactamente? Recuerdo el bar y recuerdo al hombre tanto como recuerdo la jaula de madera pero no sé cómo salí. Quizá no sea importante en verdad, lo bueno es que ahora estoy lejos...

No había corrido siguiendo una dirección específica, porque no conozco el lugar. Debe ser parte del bosque... Había un bosque... creo. Todo es tan confuso... Me llevo una mano a la cabeza y camino por entre los árboles.

Un momento... estos árboles son muy raros. Una segunda mirada me deja atónito. No son árboles, son hongos. Algunos pequeños y otros tan grandes que no puedo ni siquiera verlos con claridad. Continúo caminando, maravillado con la belleza de este lugar. En realidad, parece salido de un cuento de hadas y sin notarlo, sonrío. Por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, me siento libre en este lugar. Lejos de la maldad de Londres y lejos del demonio malvado devorador de hombres.

Justo cuando pensaba en que podría intentar cantar, escucho a alguien que lo hace. No logro verlo, es como si fuera el espíritu del bosque. Hay tantos hongos y son tan altos... Simplemente me detengo y escucho la canción.

En cuanto termina, la voz me reprocha haber venido a este lugar sin permiso y siento miedo y aprensión.

- Lo-lo lamento, espíritu del bosque. Yo... no era mi intención molestar a nadie, sólo... sólo llegué aquí.

Para reforzar mi disculpa, hago una reverencia.

- Le ruego me perdone...

Soy raro ~•Libre•~

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